El gasto en salud pide a los gobiernos que no repitan los errores del pasado al reconstruir desde COVID-19
El Oficina de la OMS en Barcelona para la Financiación de los Sistemas de Salud ha destacado la necesidad de que los gobiernos mantengan un nivel más alto de gasto público en salud para el beneficio más amplio de la sociedad a pesar de las presiones presupuestarias esperadas después de la pandemia. El informe, "Gasto en salud en Europa: entrando en una nueva era”, es el primer análisis en profundidad del gasto en salud en los 53 Estados miembros de la Región Europea de la OMS durante casi 2 décadas.
El gasto en salud como opción política
El informe encuentra que el gasto en salud creció antes de la crisis financiera de 2008. Sin embargo, un cambio significativo del gasto público en salud en respuesta a la crisis no se revirtió en años posteriores. Entre 2013 y 2018, los pagos de bolsillo crecieron más rápido que el gasto público en salud en la mayoría de los países de ingresos medianos bajos de la Región y en alrededor de la mitad de los países de ingresos medianos altos y altos. La austeridad en el sector de la salud (recortes presupuestarios y restricciones de cobertura) ha socavado el progreso nacional y regional hacia la cobertura universal de salud. Esto ha llevado los costos de la atención de la salud a los hogares, ha aumentado los pagos directos, ha generado necesidades insatisfechas y dificultades financieras, y ha exacerbado las desigualdades socioeconómicas dentro de los países y entre ellos.
El gasto en salud como inversión
COVID-19 ha demostrado la importancia de sistemas de salud sólidos y los beneficios a largo plazo de invertir en la salud de la población. Los países se apresuraron a movilizar fondos adicionales para el sistema de salud en respuesta a la pandemia, pero tratar y prevenir la COVID-19 y abordar el impacto de la interrupción de los servicios requerirá una inversión continua en los próximos años. Los aumentos sostenidos del gasto público en salud, junto con una política pública bien diseñada, pueden mitigar los efectos negativos de la COVID-19 y, al mismo tiempo, aumentar la resiliencia del sistema de salud. El informe también destaca que el gasto en atención primaria de salud representa menos de la mitad de todo el gasto en salud, a pesar de ser una forma rentable de brindar atención médica a las comunidades. La OMS ha pedido que un 1% adicional del producto interno bruto (PIB) en fondos públicos se gaste en atención primaria de salud.
Encuentre el informe completo (en inglés) aquí.
Programa de trabajo europeo
Las reducciones en el gasto público en salud luego de la crisis financiera dañaron los sistemas de salud. Se necesita una mayor inversión pública en salud en la mayoría de los países para avanzar hacia la cobertura universal de salud y mejorar la salud, el bienestar y la protección frente a emergencias sanitarias, objetivos que son fundamentales para el Programa de Trabajo Europeo 2020-2025 – “Acción Unida para una Salud Mejor en Europa”.
Encuentre más información (en inglés) aquí.
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